7 consejos sobre escritura


Algunos de mis lectores me han pedido consejo sobre cómo empezar a escribir su propia novela y les he sugerido algunas ideas simples y básicas que les han sido de ayuda para “arrancar”. He pensado que quizá algunos de esos consejos os puedan servir así que aquí tenéis mis siete puntos básicos sobre la mágica labor de escribir ;-)

Empieza a escribir
Dar el primer paso puede ser difícil cuando se está empezando; llevamos semanas (o incluso meses) dando vueltas a una historia, imaginando cómo será nuestra novela, apuntando ideas y haciendo proyectos… pero de momento ni una palabra escrita.

Da ese primer paso, ¡empieza a escribir! No importa que aún no tengas el guión de tu novela, que no hayas decidido el título, que tu protagonista no tenga nombre o aún no tengas claro dónde tendrán lugar los sucesos principales.

Lánzate, aunque sea con un boceto que no llegarás a incluir en el libro, escribe una escena y presenta a uno de tus personajes. Después de esto ya podrás decir que has empezado tu novela y el siguiente paso será más fácil.

Escribe para ti
El primer borrador se escribe con el corazón (más tarde ya tendrás tiempo de usar la cabeza para corregir, cambiar, poner y quitar), así que escribe para ti, por placer, sin pensar en si le gustará a los lectores, si tal o cual persona lo aprobará o si será suficientemente bueno a los ojos de un editor. ¿Interesará?, ¿venderá?, ¿gustará?... todas esas preguntas deben quedar fuera de tu espacio cuando escribes. No te preocupes más que de sacar lo que llevas dentro; escribir para el escritor es una necesidad expresiva y un placer, no dejes que nada interfiera en tu proceso de creación.


¡Disfruta!
Como te decía, escribir es un placer, no dejes que nada lo empañe, ni las dudas, ni las opiniones de los demás, ni el desánimo o el miedo a no ser lo suficientemente bueno. Escribir en sí ya es un acto mágico de creación, al margen de lo que venga después, tienes derecho a disfrutarlo plenamente, de otra forma no tendrá sentido.


Del “no” al “SÍ”

Una de las cosas que te pueden frenar es esa voz traicionera que te susurra al oído “no puedes” y vierte su veneno sobre tu ánimo. No dejes que esto ocurra, sea de quien sea esa voz (familia, amigos, tu propia voz interior) no la escuches. Pasa del “no puedes”, del “estás malgastando tu tiempo”, del “no vas a llegar a publicar”, del “esto no lo va a leer nadie”… pasa de todas esas frases negativas, dales la espalda y ponte a escribir. Lo demás ya se verá.


Lee, escribe, revisa… aprende
Leer es una de las actividades fundamentales en tu aprendizaje; difícilmente vas a llegar a mejorar tu escritura si no lees a otros autores. Deja que ellos te enseñen, que sean tus maestros, lee con conciencia, con ojos de autor, no solo para disfrutar sino también para aprender. Observa sus técnicas, la forma en que presentan a sus personajes y dibujan los espacios, cómo manejan el tiempo y urden la trama de sus historias…

Cuanto más leas más fácil te será corregir tus propios textos y más capacitado estarás para mejorarlos. Leyendo, escribiendo y corrigiendo es como se hace y crece el escritor, así encuentra su voz y evoluciona como autor.





Encuentra tu espacio

No poco importante a la hora de escribir es el lugar dedicado a las horas de escritura. Cuando un idea llega hasta ti no importa donde estés, párate y toma las notas necesarias aunque sea en una servilleta, las mejores ideas surgen inesperadamente y no tienen en cuenta el lugar, el momento o lo que estés haciendo.

Pero a la hora de trabajar en tu novela, de ponerte realmente a escribir, siempre he notado que lo mejor es disponer de un espacio privado de escritura. No tiene que ser una cabaña en medio de un bosque solitario para ofrecerte aislamiento, no tiene que estar equipado con las grandes obras de la literatura universal para contener las herramientas necesarias, ni tiene que incluir el escritorio de un conocido autor del siglo XIX para inspirarte.

Basta con que te sientas cómodo, a solas con tus personajes, sin interrupciones ni distracciones, un lugar donde te encuentres rodeado de tus notas, tus herramientas básicas de consulta y tus ganas de escribir. Hazlo tu refugio, tu espacio de autor, conviértelo en el templo sagrado donde te reúnes con tus criaturas, el lugar donde eres tú mismo, quien quieres ser, ese escritor que hay dentro de ti.

¡Escribe!
Mi último consejo es simple y claro, y resume la esencia de nuestra actividad creativa y creadora: ¡Escribe!

Deja de retrasar ese momento, da la espalda a todas las dudas, a los miedos, acaba con las excusas y la procrastinación. Si quieres escribir, escribe; si no tienes tiempo encuéntralo, si no tienes un lugar fantástico crea uno posible, si no sabes cómo empezar tu historia escribe el final y si no sabes cómo terminarla sigue escribiendo hasta que el final se desvele por sí mismo.

Recuerda que escribir es un placer y una necesidad, si quieres disfrutar de ello hazlo… si necesitas gritar lo que tienes dentro, liberar la voz que hay atrapada en el puño del autor, coge un bolígrafo y unas cuantas hojas en blanco… y escribe. Solo entonces descubrirás que ya eres ese autor que soñabas ser ;-)

En resumen...





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