Con la miel en los labios

10 formas demoledoras de acabar tus capítulos


El final de un capítulo puede ser tan decisivo como el principio de la novela. Un buen comienzo invita al lector a seguir leyendo, pero después de conseguir ese objetivo hemos de lograr que continúe avanzando y que, capítulo tras capítulo, siga enganchado hasta llegar a la última página. En este sentido un buen final para cada capítulo es crucial, pero… ¿qué es un buen final?


Un incentivo

El final perfecto para un capítulo es aquel que supone para el lector un motivo para continuar leyendo, un incentivo para no parar; si hemos planteado la pregunta adecuada y le hemos dado suficiente información como para dejarlo con la miel en los labios, habremos conseguido nuestro objetivo y tendremos el cierre de capítulo adecuado.

Como en todo, el exceso no es recomendable; no se trata de hacer de cada final un “cliff-hanger” (ese momento culminante que deja al lector en suspense) porque si utilizamos este recurso de forma repetida en una misma historia, la estructura se volverá monótona y perderá efecto. De lo que se trata es de plantear una pregunta lo suficientemente poderosa como para que el lector muera de ganas de conocer la respuesta.

A continuación encontrarás algunas ideas para plantear esas preguntas que pueden serte de utilidad a la hora de finalizar tus capítulos.


1. Un conflicto cercano

Haz que el capítulo se vaya calentando de manera que acabe justo cuando está a punto de llegar al nivel de conflicto. Tu lector querrá saber si explota y cómo se resuelve, así que seguirá leyendo para averiguarlo.

2. Un secreto

El ser humano es curioso por naturaleza y descubrir que existe un secreto oculto supone una tentación demasiado grande para dejarla correr sin más. Si anuncias la presencia de un secreto al final de un capítulo, tu lector querrá desvelar el misterio y seguirá leyendo.

3. Una gran decisión

Dejar a tu personaje, al final de un capítulo, ante el dilema de una gran decisión será como dejar al lector colgado del mismo precipicio. Su decisión, por supuesto, será seguir leyendo para descubrir si el héroe se decanta por un camino o por otro.

4. El anuncio de un evento sorprendente

Sin esperarlo de repente el lector se encuentra metido hasta el cuello en una situación inesperada. ¿Cómo ha ocurrido esto?, se pregunta, eso sí que no se lo esperaba… Al lector le gusta que lo sorprendan de vez en cuando, no quiere ser capaz de anticipar cada movimiento de unos personajes previsibles, y si el choque llega justo al final de un capítulo, habrás logrado tu objetivo una vez más. Cuando consiga salir del estupor, solo podrá pensar en averiguar qué pasa después… y seguirá leyendo.

5. Un momento emotivo

Una escena de gran emotividad al final de un capítulo provoca preguntas; ¿cómo lidiará el héroe con esas emociones?, ¿habrá repercusiones derivadas de ese clímax? Un momento emocionalmente fuerte no deja indiferente al lector y querrá saber qué sigue a una escena como ésa… así que seguirá leyendo.

6. La vuelta a la tortilla

Un revés en la trama, que cambia por completo el signo de la historia, es otro factor que genera preguntas en la mente del lector; si creía saber hacia dónde se encaminaba la acción, nuevas incógnitas ocupan el lugar de sus antiguas suposiciones. La única forma de averiguar qué pasará en esta nueva situación es seguir leyendo, y adivina qué hará tu lector ;-)

7. Una nueva idea

Cuando todo parece conducir a un callejón sin salida y las opciones parecen haberse acabado, el héroe llega con una nueva idea que reactiva la historia y hace que avanzar sea de nuevo posible. Por supuesto una nueva idea presentada al final de un capítulo plantea la pregunta definitiva: “¿funcionará?”. Si el lector quiere saber la respuesta, tendrá que seguir leyendo.

8. Una pregunta no contestada

El enunciado lo dice todo… si el lector quiere conocer la respuesta, ya sabe lo que tiene que hacer.

9. Una metáfora significativa

Algo fuera de lo común, un suceso inusual que tiene que significar algo, pero ¿qué?, ha ocurrido un portento, todo el mundo ha quedado impresionado, ¿y ahora qué?, ¿qué significa?, ¿qué indica?, ¿una tragedia?, ¿un cambio radical en las vidas de los personajes? Si consigues despertar estos interrogantes en la mente de tu lector, ten por seguro que seguirá leyendo.

10. Un giro inesperado

Aunque no tan radical como el punto 6 (la vuelta a la tortilla), un giro inesperado en la historia es más que conveniente al menos al final de un capítulo, pues reavivará el interés del lector y despertará su curiosidad ante la nueva situación. ¿Qué nuevos retos se plantean al héroe?, si quiere descubrirlo… seguirá leyendo.


Como ves, el secreto consiste en plantear preguntas al final de cada capítulo, incógnitas que el lector quiera resolver. Usa todas estas opciones, juega con ellas y ve alternándolas en tus finales, dejando siempre al lector deseando saber más, dale motivos para seguir leyendo y llegará a la última página antes de darse cuenta.









2 comentarios:

  1. Hola Eva, me parece perfecto. Especialmente el punto 6, lo de la vuelta a la tortilla creo que puede ser muy interesante para que el lector siga interesado en una historia. Luego escribirlo es mas dificil que plantearlo teoricamente. Pero me parecen unas muy buenas ideas para el desarollo de una novela. Muchas gracias por tus consejos!

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    1. ¡Gracias a ti por participar en el blog! Mucha suerte con tus finales y a seguir escribiendo ;-)

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